Método sencillo para realizar una limpieza casera
Es el corazón de tu cámara, lo que define la calidad de cada imagen, y es la parte más expuesta a los efectos de los elementos y la suciedad. Esta es una pequeña guía para limpiarlo sin sufrir y a fondo.
En esta pequeña guía de ayuda, a modo de introducir a los más novatos en el tema, te dejaremos una serie de métodos utilizados; y la mejor forma de realizar la limpieza tan necesaria en el sensor de nuestra cámara.
Veamos entonces las formas más conocidas de limpieza del sensor.
El kit de limpieza
Cuesta un poco más (cerca de 20 euros) , pero es el método más sencillo de hacerte con todo lo que necesitas para una rutina de limpieza que alargará la vida de tu cámara. Se trata esencialmente de una solución de metanol con aplicadores y limpiadores que facilitan la faena y evitan cualquier riesgo.
El pincel
El sensor puede ser limpiado como las lentes tradicionales con el muy clásico método del cepillo. La ventaja: es rápido. La desventaja: no remueve la humedad ni las partículas adheridas.
Pistola de aire
Este es el método recomendado por el manual. La gran ventaja es que el aire a presión no toca la delicada superficie del sensor. La contra es que sólo ofrece una limpieza superficial, en el exterior de la cámara, y no remueve el polvo con carga estática y la humedad. Sin embargo, la pistola de aire es la mejor solución cuando se está lejos de casa, y sin duda remueve el polvo más peligroso.
La limpieza profunda
Todas las soluciones anteriores son temporales. La cámara digital y su sensor requieren de una limpieza profunda cada tres meses. Esta es la manera de realizarla:
1. Carga tu batería
Pues si te quedas sin carga a la mitad del proceso, hay grave riesgo para tu cámara.
2. Abre el obturador
Todas las cámaras tienen un “modo de limpieza” que corre el espejo que cubre el sensor y permite acceder a él. Si la batería se terminase en este momento, el interior de tu cámara podría sufrir daños.
3. Sopla el exceso de polvo
En un ambiente libre de polvo, sopla en el interior de la cámara para eliminar partículas. Es importante que las elimines totalmente, pues si quedan, en las fases posteriores podrían provocar daños al mecanismo de la cámara o al sensor. Lo más recomendable es usar una pistola de aire en una intensidad moderada.
4. Busca el polvo
Ilumina el interior de la cámara, y busca partículas de polvo o humedad que no hayan sido eliminadas por el aire. Usa una solución limpiadora de metanol y aplicadores para limpiarlas. Es esencial que no toques el aplicador ni gotees líquido sobre el sensor o el interior de la cámara.
5. Deja secar
Apenas unos segundos y sal del modo limpieza para que el obturador se cierre totalmente. Entonces prueba a tomar una foto de una superficie uniforme (un cielo despejado, por ejemplo). Y a tamaño natural; una vez descargada tu foto, analiza la imagen buscando imperfecciones. De no haberlas, misión cumplida. Tienes un sensor impecable.
Esperamos haber sido de ayuda. Si conoces otros métodos o tienes una experiencia personal al respecto para compartir no dudes en hacerlo a través de los comentarios.
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