Macro-fotografía: Comienza fotografiando hojas:
Fotografía de Ash Davies, autor de estos consejosHasta una simple hoja posee cierto potencial fotográfico, y explorarlo es una muy buena forma de adentrarse en temas como la iluminación, la composición, y el mundo de la fotografía macro. He aquí cómo puedes probarlo por ti mismo.
Necesitarás una una cámara con objetivo macro o gran angular razonable - uno macro será lo más idóneo, pero aún puedes lograrlo acercando, ampliando y luego recortando la imagen tomada con un objetivo normal.
Con respecto a las hojas, busca aquellas con texturas interesantes o buenos patrones de colores. También necesitarás un poco de cinta adhesiva, un trípode - no es imprescindible pero puede resultarte útil -, una ventana y un poco de sol.
Una vez reunidos los elementos, estarás listo para comenzar. Lo primero será entonces pegar las hojas con la cinta adhesiva a una ventana que esté expuesta al sol. Trata de estirar la hoja de manera que quede lo más lisa y plana posible sobre el vidrio. Esto en realidad no es imprescindible, pero te ayudará mucho si deseas capturar la simetría de la hoja.
Fotografía de Ash DaviesUtiliza un valor de apertura que ronde los F8. Esto permitirá que ingrese suficiente luz en la lente, mientras que una profundidad de campo amplia asegurará de que toda la hoja esté en foco.
La sensibilidad ISO podrá ser de entre 200 y 400. Si dentro de este rango la velocidad de obturación es muy lenta y el resultado es una foto borrosa, utiliza el trípode. De lo contrario, prueba fotografiando a mano alzada, ya que esto te permitirá una mayor libertad para experimentar con ángulos y composición. Y si deseas agregar un bonito detalle puedes rociar un poco de agua sobre la hoja.
Con esta preparación y estas configuraciones tan simples, la luz a través de la ventana destacará la textura, los colores y las nervaduras ocultas dentro de la hoja. Juega con la simetría y los patrones en la composición en cada toma.
De ser necesario, también podrás recortar la foto en la fase de post-edición para perfeccionar alguna que otra composición. Dentro de esta misma etapa también podrás modificar levemente el tono y los niveles de negro y blanco de la toma, a fin de resaltar los detalles de la hoja.
Y si Photoshop no es lo suyo, no te preocupes. Después de todo, lo ideal es saber experimentar con diferentes exposiciones y con el balance de blancos al momento de hacer la toma, para capturar los colores y las texturas de la hoja en su forma más impresionante desde un comienzo.
Observa debajo los resultados obtenidos.
Fotografía de Ash Davies
Fotografía de Ash DaviesReferencia:
http://www.photoguides.net/photographing-leaves
Fotografía de Ash Davies, autor de estos consejos
Necesitarás una una cámara con objetivo macro o gran angular razonable - uno macro será lo más idóneo, pero aún puedes lograrlo acercando, ampliando y luego recortando la imagen tomada con un objetivo normal.
Con respecto a las hojas, busca aquellas con texturas interesantes o buenos patrones de colores. También necesitarás un poco de cinta adhesiva, un trípode - no es imprescindible pero puede resultarte útil -, una ventana y un poco de sol.
Una vez reunidos los elementos, estarás listo para comenzar. Lo primero será entonces pegar las hojas con la cinta adhesiva a una ventana que esté expuesta al sol. Trata de estirar la hoja de manera que quede lo más lisa y plana posible sobre el vidrio. Esto en realidad no es imprescindible, pero te ayudará mucho si deseas capturar la simetría de la hoja.
Fotografía de Ash Davies
La sensibilidad ISO podrá ser de entre 200 y 400. Si dentro de este rango la velocidad de obturación es muy lenta y el resultado es una foto borrosa, utiliza el trípode. De lo contrario, prueba fotografiando a mano alzada, ya que esto te permitirá una mayor libertad para experimentar con ángulos y composición. Y si deseas agregar un bonito detalle puedes rociar un poco de agua sobre la hoja.
Con esta preparación y estas configuraciones tan simples, la luz a través de la ventana destacará la textura, los colores y las nervaduras ocultas dentro de la hoja. Juega con la simetría y los patrones en la composición en cada toma.
De ser necesario, también podrás recortar la foto en la fase de post-edición para perfeccionar alguna que otra composición. Dentro de esta misma etapa también podrás modificar levemente el tono y los niveles de negro y blanco de la toma, a fin de resaltar los detalles de la hoja.
Y si Photoshop no es lo suyo, no te preocupes. Después de todo, lo ideal es saber experimentar con diferentes exposiciones y con el balance de blancos al momento de hacer la toma, para capturar los colores y las texturas de la hoja en su forma más impresionante desde un comienzo.
Observa debajo los resultados obtenidos.
Fotografía de Ash Davies
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