Como muchos sabéis, últimamente estoy intentado traeros algunos vídeos sobre el uso de la luz en fotografía y sobre su respuesta ante el entorno (superficies, reflejo, tamización, etc…). En este caso, me vuelve a ayudar Mark Wallace para explicaros algo que, bajo mi punto de vista, es esencial para toda persona que empiece en esto de la fotografía y quiera saber como se comporta la luz.
El comportamiento de la luz podríamos catalogarlo de una manera simple en dos grupos: su comportamiento según dureza, y según su colocación. Es cierto que es una división muy simple, y analizando en profundidad habría que realizarla de una de manera mucho más compleja; pero para aquellos que quieran comenzar a aprender como se comporta es un buen primer paso.
Ambas divisiones al unirse consiguen efectos diferentes, y es aquí donde comienza la ardua tarea de entender el comportamiento de la luz. Para entender dicho comportamiento no basta con teorizar o sabernos mil esquemas y/o libros de técnica de memoria. La luz es, bajo mi punto de vista, el punto de la fotografía que más práctica visual necesita, y es que es imposible saber cómo conseguir determinados efectos sin realizarlos nosotros mismos. Ocurre al contrario que otros puntos de la fotografía que pueden ser aprendidos con más facilidad a base de visualizar imágenes (véase la composición). La luz, os puedo asegurar que, por mucho visualizar o ver cómo realiza otra persona una fotografía no nos dará en absoluto la certeza de conseguir lo que buscamos.
Pues bueno, como dije, para comenzar con esto os traigo uno de los primeros ejercicios que todos aquellos que estáis interesados en averiguar sobre el comportamiento de la luz, debéis hacer. Este ejercicio no es ni más ni menos que es el de visualizar el comportamiento de la luz según su colocación. Cuando comencé mis estudios de Imagen, esta fue una de las primeras pruebas que realicé, y considero que fue una de las cosas que más me ayudó para comenzar a introducirme en el tema de la luz.
En el vídeo, Mark Wallace mostrará como se comporta la luz en el rostro de una persona en función de cambiar la luz en altura, ángulo y posición respecto de la cámara y sujeto. Es un ejercicio muy visual que, aunque el realiza con un flash de estudio, cualquiera de vosotros podéis llevarlo a cabo con cualquier fuente de luz de la que dispongáis, desde un flash portátil, hasta una luz de una linterna. Lo que si es aconsejable es que dejéis constancia de dicha prueba mediante una fotografía, para que así podáis revisarla las veces que queráis e incluso podáis “leer” la luz tiempo después y ver si habéis aprendido lo practicado.
Mi consejo es que vayáis haciendo pruebas desde todas las posiciones y alturas que salen expuestas en los diagramas indicados aquí. Este ejercicio es importante realizarlo con varios tipos de luces según su dureza (un flash en una ventana daría una luz más suave por ejemplo) para así familiarizarnos más con el comportamiento de las mismas.
Posteriormente a esto el siguiente paso podría ser el introducir dos luces en escena, por ejemplo usar una luz principal a 45º de la cámara y una a 45º detrás del sujeto como contra. Con esto iremos viendo como se comportan la luz al mezclar fuentes desde posiciones diferentes, y también incluir reflectores, stickos, etc…. Obviamente en este punto habría que entrar en temas de medición de la luz y su potencia, pero ese punto lo dejaremos aparcado de momento.
Ni que decir tiene que este ejercicio está pensando para gente que está comenzando en temas de la iluminación; aunque muchas veces no viene mal recordarlo, pues a partir de aquí es donde podemos comenzar a realizar iluminaciones más complejas, y sin los conceptos más básicos jamás podremos llegar a ellos.
Fotografía portada | Rodrigo Rivas
Sitio Web | Youtube
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