La noticia ha saltado ayer en uno de estos saraos que las empresas organizan para analistas e inversores. Logitech era la organizadora del evento, para que su gran jefe, Guerrino De Luca, pusiera las cuentas más o menos claras. El directivo aprovechó la ocasión para entonar un mea culpa acerca de las consecuencias que para la compañía ha tenido el escaso éxito de la iniciativa televisiva de Google TV. La compañía suiza fue de las primeras en apuntarse alimento con un sintonizador receptor llamado Revue Google TV.
Esperaban llevarse el premio grande, empezando por las compras de Navidad del año pasado, pero el asunto se torció desde el primer momento. De Luca ha calificado la iniciativa de “un error de implementación de proporciones gigantescas”. Es por eso por lo que el oyente va a dar por finalizada la vida comercial de los equipos Revue. Van a hacer lo posible para deshacerse del inventario a lo largo del último trimestre del año, mirarán para otro lado y harán como si nunca hubiera pasado.
Pero el caso es que ha ocurrido. El fiasco Revue ha provocado una merma en los beneficios de la compañía de más de 100 millones de dólares. Es normal que hayan salido escaldados, y no tengan ganas de repetir la historia. Entre otras cosas, De Luca ha reconocido que tenían tanta prisa por apuntarse a lo que esperaban fuera una moda triunfante, que lanzaron un producto que no estaba aún terminado. De hecho, ha calificado el software que llevaba el aparato de “beta”. Ha indicado que esperaban revolucionar el mercado de la televisión, pero que con un producto beta es un suicidio.
Lo cierto es que Logitech se lanzó de cabeza a la aventura televisiva de Google, fabricando el aparato de forma masiva. Esperaban que fuera tan atractivo como para que la gente se olvidara del precio, unos excesivos 300 euros que asustaron incluso a los más tecnófilos. Para no acabar definitivamente con los planes televisivos de Google, el CEO de Logitech ha reconocido que a lo mejor en el futuro un proyecto como la televisión del buscador podría funcionar. Lo cierto es que ellos no se van a apuntar a otra ronda, ni van a ayudar a que la iniciativa tenga éxito. En todo caso, se apuntarán si algún día logra triunfar. El otro gran aliado de Google en la aventura, Sony, tampoco parece demasiado entusiasmado, y no está claro si va a seguir incluyendo la compatibilidad Google TV en sus futuras líneas de televisores.
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