Cómo elegir tarjeta de memoria para guardar tus fotos y vídeos:
Una gran cantidad de aparatos electrónicos utilizan tarjetas de memoria para almacenar datos. Teléfonos móviles, cámaras de fotos, ordenadores, navegadores GPS y muchos más. Cuando vamos a comprar una de estas tarjetas debemos tener muy claro que es lo que necesitamos. Algunos vendedores intentarán que compremos siempre la más grande, y puede que nos decidamos por la más cara por el “por si acaso”.
No todos los dispositivos son iguales ni tienen las mismas necesidades de memoria. Una cámara fotográfica almacena imágenes, que son archivos muy grandes. En este caso, puede que necesitemos una de las tarjetas con mayor capacidad. Sin embargo, un reproductor de música o un teléfono también graban archivos mucho más pequeños, que pueden caber con facilidad en una tarjeta más económica. A continuación vamos a echar un vistazo a los archivos que generan diferentes equipos para encontrar la tarjeta más adecuada.
Cámaras fotográficas
Lo primero que tenemos que averiguar es qué tipo de archivos genera nuestra cámara. La mayor parte de las cámaras compactas generan archivos JPEG. Este formato de imagen es más o menos ligero, ya que la imagen en bruto que genera el sensor ha pasado por un procesador de la cámara que lo ha tratado y comprimido.
Sin embargo, las cámaras réflex y algunas compactas avanzadas generan archivos RAW. Este formato es en realidad la imagen tal y como sale del procesador, sin tratar ni comprimir. Es una formato muy útil si vamos a retocar con posterioridad la imagen, ya que no hemos perdido nada de información. El problema es que es mucho más grande que una imagen en JPEG, y por lo tanto necesita más espacio en la tarjeta de memoria.
El tamaño exacto que ocupa la imagen en la tarjeta depende del número de magapíxeles que tenga la cámara. Los megapíxeles no indican la calidad de una cámara, sino tan sólo el número de píxeles que va a tener la imagen, es decir, su tamaño. Hay muy buenas cámaras de fotos con sensores con pocos megapíxeles, y viceversa.
En una cámara réflex o avanzada que genere archivos RAW, tenemos que buscar una tarjeta de tamaño grande. Si no lo hacemos, al final nos encontraremos cada poco tiempo vaciando la tarjeta de memoria. Si nuestra cámara genera un archivo RAW de 20 MB, en una tarjeta de 4 GB apenas podríamos almacenar 130 fotos. En esta tabla podemos ver el número de fotos que podemos almacenar en diferentes tipos de tarjetas, dependiendo del tamaño del RAW.
En el caso de que contemos con una cámara compacta, los tamaños de las imágenes no serán tan altos. Así, puede que nos convenga más una tarjeta más pequeña, en la que podremos almacenar bastantes fotos. En esta otra tabla, podemos ver los tamaños de imagen que se suelen generar en JPEG y el número de fotos que caben en cada una de las tarjetas. Además, se señalan también los minutos de vídeo que podrían almacenarse.
¿Y para el móvil?
Muchos smartphones también permiten ampliar su memoria a través de tarjetas. En este caso, la inmensa mayoría de las veces se trata de tarjetas microSD. Se trata del mismo sistema de almacenamiento que el de una tarjeta SD, pero bastante más pequeño.
Para calcular el tamaño de tarjeta que necesitamos para el móvil debemos hacernos la misma pregunta: ¿ Cuáles son nuestras necesidades? Si lo que queremos es almacenar muchas fotos que hagamos con la cámara del móvil, debemos pensar en algo similar a lo que buscamos en las cámaras compactas.
Pero el almacenamiento en un móvil sirve para más cosas que para guardar fotos. Una de las necesidades fundamentales suele ser la de guardar más aplicaciones. La memoria de los teléfonos suele ser un poco limitada, por lo que contar con almacenamiento extra nos sirve para renunciar a borrar apps para hacer sitio a otras.
En este caso, debemos de tener en cuenta que hay muchos tipos de aplicaciones con tamaños muy diferentes. Una app sencilla, como un Widget (indicador) de batería, un una linterna, puede ocupar apenas 2 o 3 MB. Sin embargo, algunas de las aplicaciones más famosas se hacen bastante más pesadas. El navegador Google Chrome, en su versión para Android, pesa 68 MB.
No obstante, es complicado llenar una tarjeta de 4 u 8 GB a base de aplicaciones. Es mucho más sencillo hacerlo con fotografías. Si tenemos intención de hacer muchas fotos y además almacenar bastantes aplicaciones en el móvil nos vendría bien una tarjeta de tamaño medio, en torno a los 16 GB, para asegurarnos de que no nos vamos a quedar sin espacio en poco tiempo.
Para pasar los archivos de una tarjeta microSD al ordenador, la mayor parte de los fabricantes incluyen un adaptador que la convierte en una tarjeta SD. Este formato aparece en prácticamente todos los lectores de tarjetas de los ordenadores de hoy en día.
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Una gran cantidad de aparatos electrónicos utilizan tarjetas de memoria para almacenar datos. Teléfonos móviles, cámaras de fotos, ordenadores, navegadores GPS y muchos más. Cuando vamos a comprar una de estas tarjetas debemos tener muy claro que es lo que necesitamos. Algunos vendedores intentarán que compremos siempre la más grande, y puede que nos decidamos por la más cara por el “por si acaso”.
No todos los dispositivos son iguales ni tienen las mismas necesidades de memoria. Una cámara fotográfica almacena imágenes, que son archivos muy grandes. En este caso, puede que necesitemos una de las tarjetas con mayor capacidad. Sin embargo, un reproductor de música o un teléfono también graban archivos mucho más pequeños, que pueden caber con facilidad en una tarjeta más económica. A continuación vamos a echar un vistazo a los archivos que generan diferentes equipos para encontrar la tarjeta más adecuada.
Cámaras fotográficas
Lo primero que tenemos que averiguar es qué tipo de archivos genera nuestra cámara. La mayor parte de las cámaras compactas generan archivos JPEG. Este formato de imagen es más o menos ligero, ya que la imagen en bruto que genera el sensor ha pasado por un procesador de la cámara que lo ha tratado y comprimido.
Sin embargo, las cámaras réflex y algunas compactas avanzadas generan archivos RAW. Este formato es en realidad la imagen tal y como sale del procesador, sin tratar ni comprimir. Es una formato muy útil si vamos a retocar con posterioridad la imagen, ya que no hemos perdido nada de información. El problema es que es mucho más grande que una imagen en JPEG, y por lo tanto necesita más espacio en la tarjeta de memoria.
El tamaño exacto que ocupa la imagen en la tarjeta depende del número de magapíxeles que tenga la cámara. Los megapíxeles no indican la calidad de una cámara, sino tan sólo el número de píxeles que va a tener la imagen, es decir, su tamaño. Hay muy buenas cámaras de fotos con sensores con pocos megapíxeles, y viceversa.
En una cámara réflex o avanzada que genere archivos RAW, tenemos que buscar una tarjeta de tamaño grande. Si no lo hacemos, al final nos encontraremos cada poco tiempo vaciando la tarjeta de memoria. Si nuestra cámara genera un archivo RAW de 20 MB, en una tarjeta de 4 GB apenas podríamos almacenar 130 fotos. En esta tabla podemos ver el número de fotos que podemos almacenar en diferentes tipos de tarjetas, dependiendo del tamaño del RAW.
RAW Tamaño del archivo | 64GB** | 32GB | 16GB | 8GB | 4GB |
24MB* | 2,080 | 1,040 | 520 | 260 | 130 |
18MB | 2,880 | 1,440 | 750 | 360 | 180 |
14MB | 3,840 | 1,920 | 960 | 480 | 240 |
10MB | 5,120 | 2,560 | 1,280 | 640 | 320 |
JPEG / vídeo | 32GB | 16GB | 8GB | 4GB |
Imágenes + video | 1,200 + 5.6hrs | 600 + 2.8hrs | 440 + 1.4hrs | 220 + 50mins |
¿Y para el móvil?
Muchos smartphones también permiten ampliar su memoria a través de tarjetas. En este caso, la inmensa mayoría de las veces se trata de tarjetas microSD. Se trata del mismo sistema de almacenamiento que el de una tarjeta SD, pero bastante más pequeño.
Para calcular el tamaño de tarjeta que necesitamos para el móvil debemos hacernos la misma pregunta: ¿ Cuáles son nuestras necesidades? Si lo que queremos es almacenar muchas fotos que hagamos con la cámara del móvil, debemos pensar en algo similar a lo que buscamos en las cámaras compactas.
Pero el almacenamiento en un móvil sirve para más cosas que para guardar fotos. Una de las necesidades fundamentales suele ser la de guardar más aplicaciones. La memoria de los teléfonos suele ser un poco limitada, por lo que contar con almacenamiento extra nos sirve para renunciar a borrar apps para hacer sitio a otras.
En este caso, debemos de tener en cuenta que hay muchos tipos de aplicaciones con tamaños muy diferentes. Una app sencilla, como un Widget (indicador) de batería, un una linterna, puede ocupar apenas 2 o 3 MB. Sin embargo, algunas de las aplicaciones más famosas se hacen bastante más pesadas. El navegador Google Chrome, en su versión para Android, pesa 68 MB.
No obstante, es complicado llenar una tarjeta de 4 u 8 GB a base de aplicaciones. Es mucho más sencillo hacerlo con fotografías. Si tenemos intención de hacer muchas fotos y además almacenar bastantes aplicaciones en el móvil nos vendría bien una tarjeta de tamaño medio, en torno a los 16 GB, para asegurarnos de que no nos vamos a quedar sin espacio en poco tiempo.
Para pasar los archivos de una tarjeta microSD al ordenador, la mayor parte de los fabricantes incluyen un adaptador que la convierte en una tarjeta SD. Este formato aparece en prácticamente todos los lectores de tarjetas de los ordenadores de hoy en día.
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