Sacar todo el rendimiento de nuestra cámara pasa a veces por comportamientos obsesivos tipo “creo que tiene demasiado ruido en este valor”, “no sé por qué no enfoca bien al infinito” o “mis fotos no están limpias al 100%”. Muchas veces son detalles que no tienen importancia y no están justificadas estas preocupaciones, sin embargo, otras tantas todo tiene una explicación, como ocurre, por ejemplo, cuando tenemos suciedad en el sensor.
Aunque las cámaras ya traen la limpieza inteligente, alguna vez en nuestra vida, sobre todo si cambiamos mucho de objetivos, deberemos hacerle una limpieza manual. En ALTFoto ya os contábamos la forma de hacerlo.
Sin embargo, en muchas ocasiones no tendremos claro si lo que realmente le ocurre a nuestra cámara es que necesite una limpieza urgente. Bien, la forma de saberlo es muy sencilla y le ahorrará a más de uno el esfuerzo y el estrés de tener que someter su cámara a desmembramientos y soplidos de la pera de aire.
Si sospechas que el sensor de tu cámara está sucio esto es lo que tienes que hacer:
Busca una superficie de un color homogéneo. Mucha gente utiliza un cielo azul, pero tened cuidado y aseguraos de que el cielo está limpio y despejado, porque si no nos podemos despistar y creer que hay manchas donde no las hay. Una pared blanca o una cartulina también nos puede valer.
Ponemos la cámara en modo manual, enfocamos al infinito, cerramos el diafragma de nuestra cámara al máximo (de f/22 en adelante) y tomamos varias fotografías. La sensibilidad es preferible tenerla a un valor bajo, entre 100 y 200 ISO.
Pasa la fotografía al ordenador y amplíala, la puedes ampliar todo lo que quieras, pero las manchas que encuentres a la máxima ampliación no creo que justifiquen una limpieza, piensa en cómmo sueles ver tus fotografías o mostrarlas a los demás. La fotografía que pongo a continuación es un caso en el que hay una mancha muy marcada en el sensor, esta cámara sí necesitaría una limpieza, pero sois vosotros los que tenéis que valorar si podéis esperar un poco más o no en cada caso.
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